Lola

BINTA, LA GRAN IDEA.

La adopción es uno de los métodos más hermosos para conseguir que la felicidad y la vida proporcionadas por un niño pequeño lleguen a un matrimonio, si dentro de él no existen posibilidades naturales de concepción o embarazo. En el vídeo, el padre de Binta se aferra a su idea de adoptar a un niño tubab, para educarlo en los valores y costumbres de su familia y país; para ello, no duda en acudir al gobernador e incluso al presidente para proponerle la idea, quien la acepta.
No siempre la adopción ha de realizarse entre personas del msmo tono de piel: es bueno para nuestra personalidad y para el resto de la sociedad adoptar a niños de distintos tonos de piel o caracteres físicos. Así, superamos ese enorme barranco que es el racismo, arraigado en nuestros corazones desde mucho tiempo, y que los niños no tienen por qué sufrir sus consecuencias. En la actualidad, ya se está fomentando la adopción en los países desarrollados: hay una clara tendencia a adoptar niñas chinas, bastante rechazadas en su sociedad por ser muy alta su tasa de natalidad, y de vez en cuando podemos ver un niño o niña negritos deambulando con sus familias en países desarrollados.
La idea del padre de Binta no es sólo un mero ejemplo de la cantidad de valores que predominan en esos países, a pesar de no ser los países más desarrollados del mundo; quizás no sean los países más ricos o los más poderosos, pero son los más ricos en personas con valores, con personas que saben que discriminarse mutuamente por el color de piel o por unos rasgos físicos, vale mucho menos que un barril de petróleo, al contrario que las personas que habitamos en los otros países, que tenemos la desgracia de pensar justo lo contrario, y de no saber valorarnos.